A. ACCIDENTE

[...]
el proyecto
filosófico de Occidente permite aislar
con precisión aquellos conceptos que
designan los aspectos secundarios,
coyunturales y marginales de lo real
a partir de una propuesta metafísica
y epistemológica centrada en las
coordenadas de la inmutabilidad, la
eternidad, la estabilidad y la
permanencia. En este sentido,
nociones como devenir, azar, contingencia,
evento o casualidad, constituyen los
elementos característicos de lo que
denominaremos modalidad accidental
del ser y del acontecer. El accidente, por
tanto, se perfila como dimensión
ontológica y epistemológica
subsidiaria, un ámbito de riesgo del
pensamiento discursivo en cuyo
interior se localiza y se hace posible
un discurso racional acerca de los
ángulos precarios, coincidentes y
fortuitos del dinamismo natural, la
acción intencional y la programación
maquínica. El accidente es una esfera
conceptual aglutinante. En ella se dan
cita los diversos niveles semánticos
de la errancia. Toda coagulación
errónea y todo ruido, toda instancia
de riesgo y toda figura de irrupción,
todo acontecimiento excepcional,
marginal e inesperado que potencia e
intensifica la vulnerabilidad errática
de las trayectorias queda contenido
en los límites difusos de la categoría
accidente. Únicamente en un sentido
derivado y demasiado explícito
significa el accidente un evento
adverso o perjudicial de cierta
relevancia.
Como estructura conceptual de la
errancia y para la errancia, el accidente
[...]

No comments: